Paráfrasis

No deja de ser triste que seres humanos mueran en accidentes, aéreos o del género que gusten; sin ninguna duda el tema de estos días es el avionazo en donde perdió la vida el secretario de gobernación Mouriño. No por tener serias diferencias con esas personas puede uno desear o esperar la muerte bajo circunstancias tan lamentables.  Sin embargo, el hecho tiene un enorme poder para la especulación, para la discusión y es noticia en boca de todos porque opinan, disienten e incluso imagina la gente todo lo que puede estar ahí en realidad, pero que probablemente no se llegue a saber. No se habla de otra cosa. Si esa fue la verdad, el accidente, qué bueno que no sea un atentado; si fue ésto último qué peligrosa y preocupante es la situación del país. Pero como yo no soy ningún experto en el tema político, ni en el tema aeronáutico, sólo apunto lo que hasta ahora se advierte en el ámbito de la realidad de este país. No pudo ser más mediático el suceso sobre todo porque muchos estábamos pe

La discusión sobre el tema del agua en México no ha tomado las dimensiones requeridas. El agua que tenemos no es de las mejores del mundo. Y encima de todo eso, ahora el neoliberalismo trasnochado está en pos de comercializar el agua. Entendamos: comercializar el agua, en el sentido que estos señores lo intentan hacer, es buscar la manera de que deje de ser una necesidad para convertirse en un producto que debe ser comprado. Bajo ese concepto, el agua como bien natural que todos los humanos necesitamos para vivir, dejará de ser un derecho para convertirse en un producto. Ahí está el problema.  Bajo ese mismo concepto, muy pronto nos van a cobrar el aire que respiramos. De la calidad que sea, claro. Así que no puede ser entendido lo del agua sin su referencia vital humana, no y nunca, como un producto comercial. ¿Eso lo entienden los responsables de la política nacional sobre el tema? Me temo que no. Y menos aún un presidente cuestionado como el mexicano, sin un ápice de vergüenza y c

La literatura es un lujo al que se acostumbra uno fácilmente. Leer en un país en donde la lectura no se practica es aún más lujoso. Las liberías que hay en México son muy pocas. Hay, según información que obtuve en la red, un total de 3 mil, entre las que venden al mayoreo y las de menudeo. ¡Sorprendente! ¡ Tres mil librerías para un país de 105 millones de habitantes! Dicho en otras palabras, ¡una librería por cada 35 mil mexicanos! Pero ojalá estuvieran distribuidas equitativamente en el territorio, pero no. El sitio de Conaculta , con grandes limitaciones estadísticas lo informa.  Más aún. Las librerías que están contabilizadas por INEGI son "en general", es decir, entran las librerías de todo tipo (menos las que venden revistas), y con ello imaginen que entran desde las grandes (Gandhi, entre otras) y las pequeñas (libería Cervantes de Guadalajara, je), pero también no sabemos si entran otras que no tienen al libro como giro central. El panorama no es nada bueno. Luego

He visto con mucho placer el ejercicio mundial que el periódico El Economista, The Economist, lanzó en su sitio invitando a todo el mundo a vertir su voto por uno de los dos candidatos a la presidencia, Obama o McCain. Es bien sabido que lo que ocurre en la política norteamericana afecta a todo el planeta; pregúntense lo de Iraq, lo de Afganistán y lo de Cuba, nada más por curiosidad. Pero la política es muy curiosa y además sorprende. Veamos por qué. En el sitio de The Economist se puede ver por quién de los dos ha votado la población. Sin duda, Obama representa a un país progresista, no de izquierda, pero con una tendencia progresista social y política. Es decir, Obama además de ser negro tiene una trayectoria más inclinada diríamos hacia la "izquierda" norteamericana, es decir, no es intolerante como Bush quien ha dicho por ejemplo que se ha inspirado en dios para gobernar (!!!), como lo ha dicho también la Palin, que acompaña a McCain en la contienda; por eso puedo dec