Los veneros de autos
Y los de gasolina y petroleo, y los de gente que corre por las arterias de las ciudades que comienzan a impedir las acciones de un gobierno que carece de sensibilidad y de formas. Esos veneros que López Velarde (otro López), evoca para marcar desde su sensibilidad poética el carácter de la suave patria, de esta que ahora es áspera patria asaltada por los tiburones de siempre. Todo huele muy mal en estos días de albazos e iniciativas torpes, de macro limosnas al clero con parte de mis impuestos, sin mi consentimiento; con amenazas al bosque de Los Colomos de reducirlo cada día más; de abusos de autoridades municipales que mueven los reglamentos de planes parciales como el interés de los funcionarios, y no de los ciudadanos dicta; en fin, la lista es larga. Y tal vez por eso no den ganas de seguir machacando hoy en ello. Más mueven nuestra atención otras formas, otros temas.
Desde la sencilla cortina violenta de color profundo que nace sobre la barda de la casa, regalo de las bugambilias que puse ahí hace ya quince años (!) y que pacientemente nos regalan, a los transeuntes y a nosotros su color. O la exposición del maestro Antonio Ramírez que visité en el Ex Convento del Carmen, bien montada, bien puesta, en donde no sólo es la luz y la sombra que nos muestra, sino también las posibilidades de una composición segura, de un saber plástico que es aprovechado para invocar el erotismo y la reflexión; el erotismo no requiere de mucha reflexión, pero la reflexión sobre lo que ocurre en nuestro medio sí requiere de erotismo, de vida, de continuidad. Eso muestra Toño en su exposición.
Ya los fantasmas de la República mejor dejarlos de lado. Así que esperando que se ponga un poco el límite a tanto exceso (cuando los excesos no son lo que quieren los conservadores) es mejor no tomar la depresión, la tristeza, el desconsuelo u otras de esas sensaciones con uno. Porque además las cosas van tomando su propio rumbo. Nada más esperar que lo que uno hace pueda tener un sentido. Pero por más que uno trata de ver la vida con optimismo, las huellas de los desaguisados siguen marcando lo que debe de decirse, no callarse. Para no desanimarme, mejor lo dejo en imágenes, para que ustedes juzguen... ¡qué lata la mía! Pero el Ex Convicto del Carmen parece estar tomado por los autos que sin duda no tienen precisamente una imagen artística. Hasta pronto!
Comentarios
un afectuoso saludo desde este llano. No creo que sea el mismo personaje que aludes. Toño no es tapatío y su formación fue en el DeFectuoso, del cual llegó a GDL más o menos a principio de los 80, me parece que incluso en 1979... sin estar muy seguro. Yo lo conocí en 1983 en una expo en la ahora extinta Galería Clave, cuando estaban Enrique Lázaro y C. Ashida de socios. Te mandaré más datos si gustas. Un renovado abrazote