Entradas

Mostrando entradas de abril 29, 2012

Una ciudad sin autoridades

Imagen
H ace exactamente dos días este blog abordó el tema de la destrucción de La Primavera y del patrimonio arquitectónico de Guadalajara (y de paso, agrego, de casi todo Jalisco, lenta pero inexorablemente), donde señalaba que la autoridad no actuaba y que el tema de la conservación no puede hacerse desde la ausencia de ética profesional y política. Ya sabemos que hay algunos, que no faltan, que se mueven entre esos dos fuegos, que batean doble. De manera que para darnos gusto en el razonamiento, justo para ilustrar la idea de que la corrupción es infaltable en estas tierras y que en la ciudad el desarrollo urbano se mueve a ritmo de cabaret barato, vaya aquí que otra vez le surten en plena boca al patrimonio del siglo XX de Guadalajara. Hasta hace poco más de un año, en esa finca de la calle Lerdo de Tejada 2076, funcionaba la Escuela Superior de Arquitectura, institución privada de noble carácter en la enseñanza personalizada de la arquitectura y que ha sido un magnífico ejemplo acad

Destruir la ciudadanía, acto de gobierno

Imagen
E l 21 de abril se incendió el bosque de La Primavera. Pero esta desgracia que dio cuenta de alrededor de 7 mil hectáreas en casi cinco días, no fue la única de este mes que resulta ser fatal para Guadalajara y su zona metropolitana ahora que se cumplen 20 años de la explosión del colector bajo el barrio de Analco que destruyó y mató a mucha gente y que aún hoy, no hay culpables. Fue también la destrucción de dos inmuebles patrimoniales del siglo XX con toda la sospecha que debe haber, porque no es entendible que en una ciudad "moderna" un particular actúe a la luz del día en demoler edificios sin contar con una licencia y, más aún, sin ninguna limitante y como si nada. Cualquiera con ese arrojo y despliegue de recursos (camiones de material, operarios, herramientas, personal directivo), lo hace a sabiendas que el factor sorpresa para aquellos que se opusieran al acto lesivo obra a su favor, pero también que la impunidad lo cobija, que probablemente nadie lo irá a molestar y