La reflexión del pasado
L a realidad me deja sin aliento cuando observo las circunstancias que rodean a la política y la economía del país. Eso no es para nadie una novedad... aunque hay algunos que se acurrucan en el cálido rincón de la ficción que fabrica el poder, sobre todo esa ficción irresponsable que ha querido convertir en realidad imposible el dizque presidente de este pobre y zarandeado país. Pero como el panorama general no deja mucho para el descanso o al menos, para el relax creativo, para la contemplación de la vida que pasa frente a nosotros impávida y sin mayores complicaciones, me parece que escapar un poco de esa fatiga es necesario. No es una huida irresponsable, sino una forma de alimentar de otras cosas la mente y el corazón, el goce y el placer secuestrados por malsanas conducciones de otras realidades que son ineludibles. El arte es una puerta muy grande, maravillosa, donde poder verse a uno mismo, a los demás. Escudriñar por encima del reino exclusivo de la necesidad, de lo cotidiano: ...