Torpezas en Santa Mónica, Guadalajara
Hace ya algunos años, la aplicación de las Leyes y reglamentos de protección al patrimonio histórico urbano arquitectónico de Jalisco han pasado a formar parte del panteón de los olvidados. Esa, al menos, parece ser la impresión que cualquiera con un poco de información o preocupación social puede pensar de todo el desastre que la administración del panista Emilio González heredó al estado de Jalisco. Y no parece -por lo que se ve-, que las cosas vayan a cambiar mucho ahora, de todos modos. Cualquiera que sea la situación actual, debo decir que en lo que a patrimonio cultural se refiere (cualquiera que sea el tipo del que se trate), el interés que por éste pueda quedar en un país sojuzgado por el crimen organizado y el azote del desempleo y la baja calidad de la educación y, en general, la inequidad social persistente en uno de los peores momentos de la historia, el tema cultural y del patrimonio resulta ser desdeñado o considerado irrelevante,sobre todo para los políticos y la cama