Ocio sobre arquitectura

Gaudí y Dalí, catalanes fuera de serie, están presentes en el paisaje urbano a fuerza de poseer no sólo el genio, sino también el contexto: por más que se quiera, no estaban al margen de las condiciones de su tiempo, de la sociedad, de la economía, de la política. Pueden ser de derecha (ambos lo fueron), pero eso no restaba al desarrollo de sus obras y de su arte. Si hablamos de posiciones políticas tal vez no lleguemos muy lejos porque no se trata de otra cosa de un arte que puede ser sentido socialmente. Su arte ¿es arte de derechas? Eso es lo que menos importa: es arte palpable y no necesita de posiciones fuera de contexto. Lo que se puede decir es que ambos tocan la sensibilidad de cualquier ser humano, sea de derecha o de izquierda. Es arte para la sociedad. En conclusión, nadie puede desconocer el arte universal, nadie puede poner en tela de juicio el gran arte religioso creado a lo largo, por ejemplo, del Renacimiento, la época dorada de la religión católica, un arte que no puede ser clasificado de izquierda. Nueva conclusión: el arte universal es independiente de posturas políticas. El arte y la arquitectura no necesitan posiciones políticas porque están más allá de cualquier referencia ajena al arte. La cultura es así.

Pero eso no quita que tengamos posiciones propias frente a la realidad política o económica que vivimos, como la actual, que sin duda, limita la posibilidad de fomentar el gran arte, lo mete en camisa de fuerza y sólo aparecen los destellos de la capacidad de algunos artistas para crear lo que tienen en mente y deben ser crativos no sólo en su trabajo, sino también en la forma de promoverlo a contra corriente. Vivimos un momento poco propicio para el arte gracias a las políticas pobres y nefastas del régimen actual que se empeña en parecerse al de la primera mitad del siglo XIX mexicano. Eso sí es política. El arte, sigue siendo Arte.


Felice Varini, Blanco

La imagen del trabajo de montaje de Felice Varini es excelente para hacer de la arquitectura una unidadcon el arte urbano. Una nueva forma de trabajar con la realidad. Abajo, ejemplos de arquitectura de la ciudad de México, donde se ve que el tiempo de los grandes caudillos produjo también lo suyo, como en el Porfiriato.





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