Para estimular nuestro optimismo


Uno
Como suele ocurrir enestos tiempos, el tiempo nos mata y cuando mata, lo hace realmente porque nos dan ganas de ya para qué vivir, diría el suicida. Pero ni modo, el hecho que no haya entradas recientes es deben a diversos factores. Primero, a un mal estomacal producto de excesos no debidos. Segundo a la cantidad de trabajo acumulado y con ello a presiones nefastas. Y tercero, a que cuando las horas de la noche-madrugada se vienen encima trabajando, la verdad no dan ganas de escribir y meterse en el blogger que aún es algo complejo de editar. Así que con esta ociocidad, amigos, comenzamos a recuperar el tiempo perdido

Dos
Mi amigo GG me decía que si no había nada importante, interesante o ya de perdis algo digno de mencionar de arquitectura en Guadalajara. Yo le digo que no, que estamos en una ciudad que se está perdiendo aceleradamente en la mediocridad, en la ignominia y la pedantería: esa actitud de sentirse algo grande grande cuando la realidad demuestra que se es pequeño, pequeñito. De arquitectura y obras urbanas en toda (TODA) la zona metropolitana de Guadalajara me atrevo a afirmar que no he visto nada que realmente llame mi atención. Y no es que yo quiera señalar que mi punto de vista abarca toda la realidad, no; pero sucede que sin duda habrá aportaciones interesantes en la ciudad que yo no he podido ver o que ignoro, o también debido a que siendo obras privadas (casas habitación, obras poco publicitadas, etc.) no se pueden ver o no están al alcance de la vista.
Me trataré de referir a algunas obras visibles en proceso: una es la primera de las no sé cuántas torres que ya piensan levantar en avenida Chapultepec. Si ven las fotos que presenté hace días en este mismo blog (busquen en entradas anteriores), es sorprendente el grado que la técnica constructiva ha adquirido en nuestro llano grande. ¿Es posible pensar que construcción como la que se observa sea digna de los tiempos que corren? Yo pienso que no. Su pobreza es enorme por el uso de las estructuras de concreto a la manera de los años setenta; alguien ilumíneme sobre eso porque si estuvieramos en esa época los sismos no serían tomados en cuenta, los bloques de jalcreto no se usarían como se observa en los muros de relleno y el diseño sería aplicado con un rigor un poco más imaginativo y no como un paralelpípedo mediocre como el que crece ahí.
Y para terminar, pido a mis amigos que me informen de lo que les parezca notable, porque el mundo del diseño arquitectónico avanza mundialmente, pero no aquí: ¿se habrán dado cuenta de los costos de ese edificio en mantenimiento? ¡El futuro sin energéticos está a la vuelta de la esquina!

Para que sintamos que no estamos taaan mal, por favor vean la situación en Zimbawe. Creo que el ejemplo de ese país africano nos podrá acer sentir que la democracia mexicana es mala pero es nuestra o por lo menos no está tan peor. Aquí seguimos por el camino de llegar a zimbawizarnos pero len-ta-men-te. Nada más hay que ver a Mario Marín, Emilio González Márquez, Ulises Ruíz y Mouriño, entre otros dioses del olimpo mexicano para darnos cuenta de la realidad menos peor. Incalcaterra no pudo decir más de lo que vio. Lástima.
La conferencia de Carmen Aristegui en el Paraninfo fue realmente genial (gracias a la radio que transmitió fielmente para los que no asistimos) y visionaria de lo que ocurre en un país que, por fortuna, no es Zimbawe, pero ¡espérense! La genialidad de Carmen la hace su visión clara de la situación de la democracia mexicana, un monstruo poco entendible en este tiempo.

Comentarios

ELPPGG ha dicho que…
Pues a lo mejor lo que necesitamos es que escribas mas sobre los antros de guanatos, que aparentemente tiene varios y a lo mejor buenos, un abrazo el gege

Entradas populares de este blog

Retrato de Finnegan

30 años de la Plaza tapatía

¿Virote o birote?