Recuentos, descuentos y desencuentros

Contra la realidad
Escribir sobre la realidad, intentar atraparla como si fuera algo posible, alcanzable o por lo menos -al menos- deseable. La realidad nos supera porque aparece de pronto con su contundencia de verdad, de inamovible serenidad frente a la irrealidad en la que muchas veces vivimos. Por eso está ahí, tan campante, y nos recuerda que aunque queramos darle otro sentido a la realidad, ella siempre nos da el revés que no esperamos. 
Esto no tiene nada que ver con la realidad, sino con la ficción. La invención. Es ésta una salida necesaria ante los desaires que la realidad nos impone cuando decide ir por caminos que no son los que esperaríamos o que deseáramos, ni para nosotros, ni para el resto del mundo. Por eso la ficción nos salva de la realidad,  de la irrenunciable realidad que nos maltrata.

Golpes más bajos
Saber que la componenda está gruesa en el ayuntamiento de Guadalajara, por ejemplo, nos pone a pensar tantas cosas que alguna vez habíamos supuesto serían diferentes -a la realidad- al creer que el señor Petersen sería un funcionario honesto. Pero ahora lo está poniendo en mal el regidor Caro Cabrera -del PRI- puesto que al parecer el señor tiene muchos guardaditos negros. Uno de ellos ya tronó: el director de obras públicas que renuncia (dice él que por razones otras, tal vez también por aquella vieja de "razones de salud"), y en Cultura, Elena Matute por permitir campañas panistas dentro de su coto. En fin, parece que no van a alcanzar los meses  que restan a Petersen, (doce en total) para limpiar su casa. Faltaría que pusiera orden en materia de proyectos como el de la Villa Panamericana y, por supuesto, de la planeación urbana (¿) de la ciudad, en manos de personajes muy incompetentes y, sobre todo, dañinos para el patrimonio tan golpeado de esta antes noble ciudad. Porque, ¿quién va a responder por los daños irreversibles al centor histórico de Guadalajara una vez que se haya ido 
Petersen y Palomar? Nadie. Pero no cabe duda que tendrá efectos lamentables y en unos años vamos a ver cómo se altera una ciudad con tan poca sensibilidad. Lo que nos toca hacer, lo hemos hecho y seguiremos buscando hacerlo.

Doña Amalia
Así, por ejemplo, platicando con mi madre sobre el tema de la muerte reciente de doña Amalia Solórzano viuda de Cárdenas, me contaba de ciertas cercanías con la esposa del presidente Cárdenas en Michoacán, en donde a través de una amiga suya que era pariente de la familia Solórzano se pudo percatar que doña Amalia era un poco hosca con la gente: no daba la mano, saludaba con un "¿cómo están muchachas?" lejano que evitaba el contacto con la mano. Pero participaba en actos sociales y concurridos, dice mi mamá. A diferencia de Cárdenas, siempre se mantenía un tanto ajena, poco participativa en actos públicos. Pero sin duda, ella tenía un posición muy decidida en el gobierno y hacía las cosas en beneficio de la gente. Acaba de morir doña Amalia y no por ello podemos dejar de mencionar la anécdota como simple registro de una realidad. Otra más. 

Por poco, lástima...
El zapatazo a Bush, fallido por desgracia, no sino un símbolo de la decadencia y la falta de respeto que se tiene en el mundo a ese pobre señor retardado, familiar de personajes desequilibrados locales que nos siguen propinando golpes urbanos sin recato. Bush lo merecía, claro, pero no sólo eso, además se lo buscó: sin nigún argumento invadió Irak y logró meterse en una carrera bélica criminal como nunca. Realmente debemos agradecer al reportero irakí por la valentía en su opinión (compartida por millones de terrícolas), sobre el siniestro Bush. Qué lástima que no haya atinado en la cara de ese pobre imbécil. La foto ha dado vuelta al mundo y creo que no está por demás sugerir que visiten la página de You Tube para disfrutar el espectáculo de George agachándose... ¡por poquito!


Comentarios

ELPPGG ha dicho que…
Para tu disfrute aqui te pongo un link para que prosiga el zapatazo
http://bushbash.flashgressive.de/ Saludos gegecuas

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