Happy 200th Birthay Mr. Darwin


Una de las celebraciones más universales por lo que reviste de importancia en el proceso de transformación constante del homo sapiens, es sin duda el nacimiento de Charles Darwin, quien cumpliría 200 años el 12 de febrero pasado. No es poca cosa la celebración dado el significado que reviste en el avance del saber biológico y natural; por cuanto lo que su obra importa hoy para conocer el proceso de la extinción o la supervivencia de las especies animales y vegetales, su evolución y cambio constante. 
Aparte quedan algunos aspectos menos significativos que han puesto a la iglesia en conflicto, pero aunque no quiero abundar en ello no puedo omitir mencionarlo. Es algo que aún a estas alturas de la humanidad, sigue sacando chispas en cuanto que echa por tierra las creencias religiosas. Al mismo Charles le costó trabajo separar la creencia, arraigada en su esposa Emma, de que se alejaba de dios, al grado que tuvo que retrasar la publicación de On the origin of species para no dañarla en sus creencias. Sin embargo, Emma fue lúcida y no impidió, ni le importó, que Mr. Darwin revolucionara el mundo. Nos hizo mucho bien tal tolerancia.
Aún hoy existen muchas mentes retrasadas que creen defender una realidad de fe negando la explicación y la evidencia científica. Increíble, pero es cierto que en pleno siglo XXI se niegue o rechace el proceso del conocimiento como única alternativa para poder aliviar nuestra humanidad. Sin embargo la realidad pesa más que mil creencias y la ciencia sigue demostrando estar por encima de la religión sin ningún retraso y con gran contundencia para explicar con claridad la realidad del universo.
Esta celebración ha estado nutrida por el interés mundial en la importancia de obras como la de Darwin que significaron saltos en la misma evolución humana. Una celebración que sin duda habrá de reportar reflexiones importantes sobre el futuro de la humanidad y que podrán abrir paso a muchas otras teorías y aportes científicos.

Yo también tengo mi anécdota personal vinculada a Mr. Darwin. Nunca se puede saber cómo, pero si hablamos de la evolución o de la biología, de la reproducción humana y de los descendientes, o de las coincidencias de la vida o el mundo tan pequeño, sin duda debo hablar de la relación con Elizabeth "Lizzy" Keynes, mi familia, mi casa y el festejado del año, Charles Darwin. 
Lizzy es descendiente de dos grandes personajes, en primer lugar con Charles Darwin, su tatarabuelo, y en segundo lugar por su tío, Maynar Keynes, el famoso economista inglés. Por razones de la vida, Lizzy es una de las  mejores amigas de mi mujer, Marie, y como suele pasar, nos gusta recibir gente en casa. Lo chistoso del tema es que en una primera ocasión vino a nuestra boda a casa; la segunda vino con el marido y once again, de visita amistosa hace algunos años. He ahí entonces que no deja de ser una buena anécdota que la descedencia de Darwin (the great) llegara a pasar tres días en casa, asunto que da pie a la anécdota perfecta de que la descendecnia de dos grandes (Charles Darwin y Milton Keynes) estuviera a pernoctar en Santa Ana Tepetitlán, o sea, mi casa. Darwin, Keynes, Lizzy, Marie, Santiago... unidos en esa curiosa mezcla del azar y de la globalización, en un pueblo en donde menos se esperaría que varias personas se reunieran en tan diversos universos. ¡Lo universal de Santa Ana Tepetitlán! En la sencillez está la felicidad... ¿quién dijo esta conduntente frase? Para eso sólo faltaba una comidita en medio de la obra incipiente de la casa. Un gran honor y, sobre todo hoy, cuatro años después, un recuerdo para celebrar.

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