El mundo perdido, perdido
Con la humedad escasa no es posible la abundancia de vegetación normal en cualquier año. Este, sin embargo, parece destinado a ser uno de los años más secos de que se tenga noticia. Eso se perfilaba ya desde el invierno, pero sobre todo se perfilaba por la información real, o la oculta por los grandes reportes que hay sobre el planeta en manos de los líderes mundiales. Estamos en verdad en una situación muy peligrosa para la vida del planeta. Los informes, a los cuales pocos prestan atención indican peligros considerables, las mediciones lo mismo.
Habrá quienes puedan acusarme de alarmista, pero parece que estamos en ayunas respecto a la situación real del planeta. Se puede observar en el verano super caliente de Inglaterra, en los calores inusitados en zonas frías y por supuesto, en la ausencia de tormentas en esta época en el zonas subtropicales y tropicales. El calor va en aumento y las lluvias disminuyen. Los líderes mundiales tienen informes que poco dan a conocer, pero que no son nada más que precisiones sobre lo que nosotros tenemos sólo como suposiciones.
Otro elemento a considerar es el del fenómeno del Niño que reaparece en este año, según nos informan los sitios de predicciones meteorológicas. En países incapaces de enfrentar esas situaciones, como México, la situación parece que se tornará más grave al menos desde ahora y hasta el año 2050. Al menos eso parecen deducir los estudios que algunos estudiosos muestran.
Acabo de vivir los calores más fuertes en la costa de Jalisco en Barra de Navidad, un calor impresionante que no recuerdo a pesar del argumento eterno de la flaca memoria climática que cada uno de nosotros tenemos.
En la realidad estamos presenciando fenómenos que erizan la piel. Y ese sentimiento surge precisamente porque nadie, ningún gobierno, al parecer ninguna autoridad en el tema, ha dado pautas reales de lo que ocurre. Pero un fenómeno climático parece acechar callado y con la ignorancia de los ciudadanos de a pie. Quizás no pase mucho antes de que a todos nos informen de la catástrofe que se avecina... y lo peor, que nadie parece hacer nada, ninguno de nosotros.
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