Vergüenza y orgullo


La memoria urbana tiene siempre dos aspectos inseparables, como lo son la memoria individual y la colectiva, ambas se unen por el hilo ineludible de lo social. Una construcción colectiva, a fin de cuentas. Lo colectivo, siempre lo colectivo. ¿Dónde está el individuo, el yo? Parece ser que éste queda fatalmente reducido a la memoria particular debido a que por su origen mismo, por su propia naturaleza, la ciudad es un hecho eminentemente, colectivo, social. Inconcebible como hecho individual, no puede imaginarse la actuación perversa de políticos o presidentes municipales que imaginan a su ciudad como propiedad o como construcción individual, tal como hoy lo hacen algunos políticos irresponsables. Una pequeña muestra de esa actitud individualista la creo advertir en el fondo de la campaña llamada de una manera verdaderamente risible "OrguYo tapatío", organizada por el ayuntamiento local. No es que no se advierta el propósito de decir(le) a los demás el sentimiento de orgullo de ser tapatío, pero también resalta el hecho de hablar en primera persona gritando Yo soy tapatío... ¿y qué?
Lo interesante es que aquí en Guadalajara ser tapatío parece que no es justamente un motivo para sentirse orgulloso, sobre todo cuando la ciudad está en boca del país (no digamos ya del extranjero) por razones de impericia para gobernar, para dirigir y para ser simplemente una buena ciudad. El reciente fracaso del plan único, el plan A que no tiene sentido porque no hay de otra (o aquí o aquí mismo), de la villa panamericana es sólo una parte del rostro perverso de quienes gobiernan con la cuenta bancaria propia en la imaginación. No se advierte ningún otro propósito en los hechos consumados que no sea señal inequívoca de que lo que busca el presidente Petersen y todo su séquito de funcionarios en turno, no es otra cosa que engordar sus cuentas bancarias y de inversiones múltiples.
Este blogero estaría encantado de conocer un sólo argumento que pudiera hacerle pensar en que se equivoca y que las acciones erráticas del señor son sólo eso y nada más. Pero eso nunca podrá ocurrir, la realidad es demasiado contundente. Pero como las charlas informales alimentan también este espacio, me pregunto, como lo hacen algunos amigos. ¿en dónde están los aciertos de Petersen en materia urbana, social, de servicios, de conducción de la ciudad, de mejoramiento de la calidad de vida, de creación de espacios sociales, de ... de qué?
Ojalá que la próxima administración no sea peor, porque entonces el orguYo tapatío va a ser la pena tapatía.

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