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Un fantasma recorre México: el fantasma del drama nacional.

Con la anterior idea, me pongo a reflexionar sobre los temas que sería impensable dejar de lado o fuera de este blog. Entre los que siempre me parecen menores, pero que sin duda son parte de la idea de por qué estamos aquí y hasta cuándo, es el de la predicción maya del fin del mundo en 2012. Véanlo el año, casi puede coincidir con el principio digital de 1010. Pero la verdad es que siendo tan escéptico como soy, ese fin del mundo sólo me confunde. Lo que sí es verdad es que al parecer, los mayas pudieron calcular que en esa fecha exacta, todos los planetas del sistema solar se pondrán en línea, es decir, estarán alineados como prácticamente nunca lo están. Sorprendente de verdad.

Ya hasta los gringos hicieron una versión hollywoodense ad hoc. Y en cuanto a la NASA, hay bloferos, no blogueros, que hablan de que tienen referencias de un gran desastre galáxico para entonces. Cosas veremos.

Pero viendo bien el panorama, tal vez los mayas eran aún más

gruesos de lo que suponemos. Su predicción, si es que queremos asignarles las virtudes que les son propias y demuestran tener (prefiero no hablar en pasado), imaginaron en su calendario ritual que en la tierra las cosas no irían mejor, estando o no ellos en la faz del mundo. O sea, que tal vez predijeron una revuelta tal que provocara la desintegración de la sociedad en el territorio que ellos conocían, es decir, en México actual, más o menos. Eso equivaldría a designarle al actual presidente (es un decir) un papel aún más triste del que lleva a cabo: ser el anunciante de la desaparición del país que hemos tenido.

Por supuesto que él anunciaría sólo eso. El otro anuncio, y este sí trascendente, del nacimiento de un nuevo país estaría a cargo de alguien más inteligente, más líder.

Mientras tanto, sigamos especulando sobre los signos nefastos, sobre los días fatales de este territorio mesoamericano en que vivimos hoy. Por lo menos que aquí sí concluya. No podemos seguir aguantando tanta desvergüenza, tanta corrupción en el país. Si es el fin del mundo, ojalá sea para los que procrean esas estupideces.