Especuladores espectaculares


Un signo superficial e imprescindible del subdesarrollo, reconocido mundialmente, lo son sin lugar a dudas los anuncios espectaculares, así llamados por la mercadotecnia de medio pelo y que no son sino una irrupción espectacular en la imagen urbana de Tijuana a Mérida, de Caracas a Buenos Aires.
Signo de la ausencia de cuidado y de sentido del paisaje natural o cultural, los anunciotes aparecen como bienvenida en los aeropuertos, en entradas y salidas de carreteras, en medio de los centros históricos como símbolos de una realidad irreal: casi todo lo anunciado es banal y por lo regular carece de interés. Claro que existen en todo el mundo, pero la diferencia reside en la elección de su colocación, en las restricciones de su presencia; en el subdesarrollo se colocan en donde sea, en donde se vean más de lejos, donde impacten más, donde luzcan toda su aberrante fealdad con mayor énfasis, donde molesten más; en el primer mundo están confinados a sitios muy precisos y limitados en dimensiones impensables y en forma de no molestar, algo impensable para los comerciantes (esa fauna) tercermundistas.

Una muestra muy clara de lo que suele ocurrir cuando el cinismo ha llegado a su más alta expresión, es el anuncio que se puso nada menos que frente a las oficinas del presidente municipal de Guadalajara, en donde se renta espacio para dañar la ciudad, como ilustra la foto inicial en pleno centro histórico.

Un sitio en donde son ya una presencia que raya en el absurdo es en la avenida López Mateos en Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco. En éste último municipio llegando incluso a hacer de las suyas derribando árboles para que nada obstruya su hermosa presencia. Los temas van desde fraccionamientos hasta escuelas "modernas"y formadoras de líderes, de bebidas a negocios, de cadenas comerciales a prostíbulos de postín tolerados. En cuanto a éstos últimos incluso, suelen ofrecer "pieles importadas" de calidad: es decir, la prostitución tolerada porque todo se vale anunciar en ellos, desde encuentros familiares religiosos hasta campañas de políticos con sed de notoriedad.
La presencia de los espectaculares es una plaga visual que irrumpe en el paisaje cultural (que además está plagado de mediocres construcciones de ínfima calidad visual o constructiva), y también en el paisaje natural que desaparece cediendo humildemente a los fenicios toda su belleza propia al servicio de la torpeza comercial sin sentido humano y social.
El fenómeno se antoja irremediable cuando se descubre que cada sitio en donde se asientan estratégicamente, recibe una renta mensual nada despreciable por unos pocos metros de desplante de la estructura de soporte espectacular. Hay algunos que pagan rentas que van incluso a los 20 mil pesos mensuales, un sueldo extra para el propietario por menos de 5 metros cuadrados de terreno. ¿Quién puede resistir un cañonazo de este tipo?
Si hubiera un deseo claro de querer regular como se debe ese tipo de espectaculares vergonzosos, de seguro que brincarían inmediatamente a la palestra los dueños y beneficiarios de tan estúpida forma de dañar el paisaje. No quiero decir con esto que el nuevo presidente municipal de Tlajomulco, un personaje que hasta ahora ha sido coherente y actuante, no pueda hacer un ejercicio serio de mejoría de la calidad del municipio; aunque tal vez no pueda enfrentar a estos talibanes del paisaje, podría por lo menos ordenarlos y limitar su expansión infinita como parece que pronto ocurrirá de seguir por ese camino: una eterna salida de la zona metropolitana plagada de anuncios en lugar del paisaje que, a pesar de incendios inducidos y arquitecturas chafas y extensivas, aún puede ser un alivio en sustitución de tantas estupideces que los anuncios espectaculares contienen.

Comentarios

Fernando Romero ha dicho que…
algunas veces he reflexionado acerca de la presencia de los anuncios espectaculares y el impacto en el estado de animo de las personas, por la avenida Lopez Mateos llega a ser insultante la cantidad de anuncios que venden felicidad a travez de compra de terrenos o bienes, creo que en gran medida este tipo de publicidad tiene una gran responsabilidad en los niveles de violencia que estamos viviendo

Si para llegar "Al Cielo" solo necesito comprar un terreno que barato me sale el camino.

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