La villanía panamericana

La realización de la Villa Panamericana de Guadalajara está en un hilo. Sin duda, toda la sarta de sandeces plasmadas en esquemas (que no proyectos) arquitectónicos va a ser puesta en entredicho, a ser juzgada por quienes desarrollen el tan cacareado proyecto de negocios, que no proyecto para la ciudad y sus habitantes. El negocio es lo que priva, no por supuesto dotar de servicios y mejorar a la ciudad; obtener dinero por el onanismo urbano, no por estudios sólidos de cómo servir a la ciudad; intervenir un centro histórico sin medir las consecuencias;
 levantar torres absurdas en medio de un sitio de características diferentes; violentar las funciones urbanas para beneficio de unos cuantos listos y corruptos... un rosario de acciones inmorales.

El proyecto villano deberá ahora enfrentar la prueba de la realidad y eso que estamos a sólo ocho meses de que termine la administración más chafa de los últimos años en el ayuntamiento de la ciudad. ¿Pasará la prueba un "proyecto" elaborado pensando en el negocio y sin argumentos sólidos detrás? Si llegara a pasar(¿alguien lo duda?), estaremos presenciando otra trapacería más a la ciudad. 
Y como ahora anda con problemas por las obras del centro de la ciudad, Petersen trata de defenderse pero no pude justificarse. Dice que son obras que todos pedían, que causan molestias pero que son necesarias. Si, doctor Petersen, pero no sabíamos que usted y su camarilla fueran a ese grado de ineficientes, ineptos y poco profesionales en la administración pública. Duplicar obras, no planearlas, improvisar, engañar... ¿le falta algo más? La administración de PeterPan,
parece que no tiene ni idea de lo que significa gobernar una ciudad; sólo hay que ver cómo se pliega a los intereses de Telmex (la compañía pone teléfonos públicos donde se le da la gana) y de cualquier propietario que cree que su propiedad se extiende a la banqueta al frente, como la foto lo demuestra. O permitiendo entradas de autos en donde no son imaginables siquiera. O, como se muestra aquí, hacer dos veces la pavimentación de Pedro Moreno, en menos de 5 meses... ¿eso es moderno y moral?

El trabajo infantil, legal según Lozano.
Entre las noticias que se leen por estos días, a las que muchas veces el grado de sorpresa es tan grande que apenas puede uno distinguir entre la broma o la realidad. Sin embargo así es: hay declaraciones que no tienen ninguna relación con la realidad o que, de plano, son un golpe de realidad demasiado fuerte pero que lo ponen a uno a pensar si vivimos en un país de verdad o es sólo de ficción. Declara el secretario del Trabajo y Previsión Social, el ahora sí que me perdonen los lectores, el inmundo e inmoral Lozano Alarcón en Tlaxcala que se pedirá la aplicación de "multas de 250 a 5 mil salarios mínimos y cárcel de uno a cinco años a las personas que contraten a menores de 14 años y no les entreguen remuneración." No me parece nada mal, pero ¿que no es contra la ley que los niños trabajen y se dediquen a estudiar o a formarse para la vida? Me parece otra más de las estupideces que el gobierno del cambio propicia, porque esa declaración debió hacerse para señalar que los niños no pueden ni deben trabajar, la Constitución lo prohibe. Pero no, léanlo por su propia cuenta por favor... ¿seguiremos avanzando inexorablemente a la modernidad como esta? Sencillamente, el señor Lozano no tiene vergüenza, como muchos otros más... 

El MRG
Hace muchos (muchos) años trabajé en el departamento de planeación e instalación de museos del INAH; era dibujante y hacía perspectivas y dibujitos en el proceso de montaje del hoy Museo Regional de Guadalajara. Entraba y salía del Museo, conocía los cambios, era fascinante trabajar en eso, sobre todo porque se vivía un ambiente realmente amable y profesional, se tocaban temas que eran siempre de relevancia para la cultura, la museografía y el montaje de un guión científico, de un elemento didáctico tan relevante para la ciudad y el Estado como el Museo. Pero además se estaba restaurando el inmueble y yo aprendía. 
Se inauguró en 1976, si no mal recuerdo, y tuvo directores notables, desde Federico Solórzano a Paco Talavera Salgado entre otros. Desde hace algunos años a la fecha, el Museo ha venido a menos por razones que no conozco bien, pero sus directivos no han tenido la capacidad para enfrentar lo que en realidad es un museo regional con las características de éste y su invaluable colección pictórica, arqueológica y etnográfica. Un mecanismo de educación y formación extroardinario que era sitio obligado para encuentros culturales, ciclos de conferencias, seminarios, actos de gran envergadura en materia cultural: era un punto de referencia cultural de Guadalajara. Sin embargo, ya no lo es así desde hace por lo menos unos diez años. Su destino ha sido transformado para no saberse bien a bien para qué fines; se ha venido cayendo poco a poco. 
Desde hace dos años no tenía director y ahora me entero, con gran gusto y esperanzas de que haya un destino y un repunte del Museo Regional, de que Paco de la Peña será el próximo director de tan importante espacio cultural regional. Auguramos mejores tiempos para ese museo porque ya era tiempo de que recuperara la tradición perdida y se levante de nuevo como el lugar de reconocida referencia social y cultural. Tarea nada fácil para Paco, pero creo que podrá llevarla a cabo de la mejor manera y eso todos lo esperamos.

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