Fotos debidas, imbéciles sueltos


En la entrega anterior hablaba de los daños que el municipio está llevando a cabo en los monumentos de la ciudad. Así que vean las fotos que debía y opinen por su cuenta. ¿No podrían demostrar estos personajes inefables de una manera menos dañina para el patrimonio, su gusto ranchero y provinciano?

Sin embargo parece que no ocurre nada... tienen las manos libres sobre la ciudad, que consideran su negocio y eso, por decir lo menos, si estuviéramos en un país serio irían a la cárcel. La Ley lo dice.
Los grandes edificios patrimoniales, subdivididos ad nauseam, cuando no demolidos, han pasado por miles de propietarios que venden y compran y cada uno pinta a su antojo. El Reglamento del Centro Histórico prohíbe pintar a cada propietario de una unidad como le venga en gana... ¡y el mismo ayuntamiento viola su propio reglamento!
No hay palabras para calificar a una autoridad cuando es irresponsable y además negligente con el patrimonio edificado.
Y ahora están jugando a los planes parciales que de seguro irán a hacer a su gusto e intereses personales. Desde aquí decimos y nos unimos contra el puente atirantado (o atarantado) de la Avenida Lázaro Cárdenas. ¡No al puente atirantado por caro e ineficiente!

La despedida: una fachada de adobe siendo enjarrada con cemento: la tierra y el cemento ¡no pegan, brutos! Y como acento, un color horroroso y por fortuna breve por lo chillón, de un edificio patrimonial a la derecha: rojo bastardo!

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