Los recuerdos de una vida
El 29 de junio pasado, en breve espacio de tiempo, como ella lo soñó, murió mi mamá. No puedo dejar pasar este espacio sin este penoso recuerdo que como pérdida significa mucho para mí. Unas palabras que no salen, que no logran exteriorizar lo que la pérdida para quienes nos quedamos aquí por ahora, intentan dejar al menos el testimonio de quien supo enseñarme tantas cosas y quien me dio lecciones de vida invaluables, tan fuertes como su partida misma. Los recuerdos me saltan y me llenan, me ayudan a sentir la pena con menos daño. Una mujer de grandes sentimientos, de rectitud insobornable que supo llevar y apoyar a los suyos con una responsabilidad a prueba de todo, con el amor por delante. Mi vida cambió. Su recuerdo está y seguirá conmigo y los suyos para siempre.
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Toyé Bravo
Sergio León . . . Tlatelolco