Turismo y embajadores

Embajador turístico

Anoche, señoras y señores, recibimos la noticia que nos pasma. Nos enteramos que por fin Jalisco cuenta con un primer embajador turístico: ¡¡Alejandro Fernández!! Embajador plenamente identificado con el pueblo de Jalisco, sin duda. Se trata de un personaje que retrata de cuerpo entero al Jalisco más rabón y mediocre que puede existir. No canta mal las rancheras, que son lo propio de Jalisco, pero de eso a que sea un gran artista... En fin, como cantante será un gran embajador. Yo sólo lo pongo en contexto: la imagen del señorito es realmente interesante sobre todo por la personalidad ambigua que lo caracteriza, propia de muchos machos jaliscienses, y claro, nos retrata de manera muy precisa, de cuerpo entero. No hay duda de que en este lado del mundo se sabe hacer cultura turística.

Para que puedan disfrutarlo, échense la lectura de la crónica del periódico El Occidental: un interesante relato de Bianca Eunice Castillo que deja ver que los "grandes peces" de este estado no pueden prescindir de dispositivos de seguridad cada día más complejos: "el miedo no anda en burro"; parece que el grado de seguridad de la ciudad logrado por sus acciones, no es precisamente de lo mejor o, al menos, de una ciudad civilizada. Eso incluye, desde luego a los jerercas de la universidad, al mismo tiempo que a los grandes esquilmadores de siempre, pero, de todos modos, hay niveles. Se me enchina en cuero con tanta poesía, con tanta maravilla en la vida cultural de Jalisco de hoy.

Catálogo de ideas fijas jaliscienses

El turismo debe ser una invención jalisciense: cada vez se entiende menos lo que significa eso para los programadores, políticos y para muchos personajes ilustrados. Pero aquí tenemos la definición de la idea clarificada por el Catálogo de Ideas Fijas Jaliscienses:

Turismo. Actividad de viajar, particularmente al extranjero (viajar en el país es actividad de los pobres), en donde se admiran las cosas que se ven sin mediar razonamiento. Un turista local va al extranjero a ver pero, sobre todo, a aumentar su lista de sitios visitados sin importar si los conoció o de plano nomás estuvo ahí y sólo se echó una meada. El turismo que viene a Jalisco deja divisas; permite el empleo; admira la cultura; toma fotografías; el turista es tonto, pero tiene dólares, por eso es importante hacerlo pasear por donde sea y como sea; no importa la autenticidad de lo local, lo que importa es que deje sus divisas. Para evitar que se vaya sin dejar divisas, se ha puesto en servicio el turibus, que sirve para mover a las masas de incautos por la zona en absurdos recorridos por sitios impersonales, anónimos y chafas como la avenida López Mateos, Revolución, Mariano Otero y algunas otras de tono diverso que los organizadores creen muy representativo de Jalisco. Porque el patrimonio cultural de Jalisco (que podría ser un punto de atracción turística) es tan poco conocido y vale tan poco la pena que no es útil como embajador turísitico de Jalisco. Para muestra, el botón de la fachada chafita de al lado. Es por eso que en Jalisco se construye el Santuario de los Mártires Cristeros para poder tener realmente un atractivo turístico que valga la pena.