Arqueología de lo cursi II y otros rollos

Si disfrutaron, como yo, de la sublimación de la cultura egipcia en el espectáculo de luz y sonido más cursi sobre esa civilización, sin duda también podrán encontrar rasgos de la misma percepción en nuestros adalides de la cultura, es decir en los burócratas y gobernantes ramplones, como Peña Nieto, que tienen en sus manos el poder para permitir que Teotihuacán esté "a la altura" de la cursilería de las pirámides de Egipto mostrada en el video de You Tube de la entrega anterior.
El secretario de turismo, Rodolfo Elizondo, no se queda atrás en demostrar la visión pedestre (y barata) que tiene del turismo y la cultura. Declaró sobre el proyecto de luces en Teotihuacán que sería "terrible que no se lleve a cabo la posibilidad de hacerlo..." (La Jornada, 15 de enero de 2000, p. 4a). Y acotó que lo que "lo que hay que hacer en este país no solamente son espectáculos de luz y sonido donde tenemos que hacerlo, sino dar mayor valor para que haya más turistas, mayor derrama económica, empleo, y con todo el cuidado que se merecen las zonas arqueológicas del país". En realidad no dijo nada de la cultura como móvil para visitar un país atractivo para muchos, sino de su visión del turismo rabón que impulsa el gobierno del empleo: el turismo desarticulado, sólo para quienes pueden pagar y no para amplios públicos.
Es clara la postura que tienen él y su jefe ante el turismo y la cultura. Incluso Sergio Vela, el Conaculto, dice que va a impulsar el binomio cultura y turismo como un motor de desarrollo y de ingreso de divisas (ahora que Carstens ya dijo que no hay catarrito, sino cáncer). México es atractivo por sus culturas nativas, de la Colonia y en algunos momentos posteriores, pero se ha abandonado la atención a la conservación de lo irrepetible; de esta manera, las ciudades que pudieran ser interesantes gracias a su conservación, se encuentran desarticuladas y no son atractivas para el turismo porque el turismo está manejado como espectáculo chafa, como objeto comercial y su autenticidad se ha perdido en más de los casos. Nada más falta echar un ojo a la tan expandida narco cultura, la masificación de imágenes populares y su música de banda cuyo sentido cultural sigue siendo muy limitado, atendiendo al principio de Eco de la cultura producto de una élite. 
Las peregrinaciones de turistas tendrán que hacerse al santuario de Jesús Malverde, icono de la cultura narcótica, porque en el resto de México, las expresiones culturales más altas se han limitado, relegado y sometido al castigo de ignorarlas.
El caso de Guadalajara es patético: se vende, por ejemplo, un viaje en ferrocarril a Tequila para visitar la ciudad escenográfica (inventada y lejana a la original que alguna vez existió), que han montado las atoridades municipales y estatales. Un viaje caro, en el que se bebe mal tequila (está incluído en el precio del viaje, gracias), se hacen degustaciones de calidad cuestionable, con algunas excepciones, y se come de manera no tradicional porque ya no hay comida tradicional en la zona. Al final del viaje la gente tiene la percepción de que le tomaron el pelo, aunque hay quienes realmente lo disfrutan por lo exótico o por su escasa formación. Además, en Guadalajara pocos atractivos hay que puedan formar parte de una visita, porque la información está dirigida a espectáculos caros, cursis y mal hechos, o tours locales como el turibus, otro viaje de paupérrima calidad que sólo lleva a exhibir las miserias culturales de la Perla tapatía.
 La "mejor" comida, se dice, se sirve en el restaurante La Chata (rra), lo que es un verdadero fiasco por el nulo reflejo de lo que fue la comida local, por ejemplo, en los años 50 del siglo pasado. Y es que localmente no se encuentran más los productos tradicionales que alguna vez hubo y cuya calidad era excelente; fueron de plano desaparecidos o su calidad es pobre.

Vamos ahora a referir una reflexión sobre el tema de lo cursi, porque se impone hacerlo ante el despliegue del buen gusto de Peña, contertulios y comparsas suyos. No está por demás decir que estamos ante el grado más bajo de la cultura mexicana: este nivel alcanzado nada tiene que ver con las alturas de Teotihuacán (eso quiséramos), ni con las viejas organizaciones sociales mesoamericanas, o la riqueza cultural generada a partir del mestizaje, en el virreinato o en la República decimonónica. Sin duda hay una producción importante en el siglo XX y en lo que va del presente, pero la descomposición social, sobre todo la provocada por los procesos políticos perversos o las tendencias nacionales derivadas del desaliento y la falta de democracia, impiden que en el cuerpo social se desarrolle una Cultura. ¿A qué clase de cultura nos referimos? A la cultura de contenidos amplios y con sentido pleno de los sentimientos más elevados de un país como México, basado en el acervo cultural del pasado y apuntado al presente y futuro.  Pero no es así. 
Nada más hay que echar un ojo a Guanajuato: su alcalde, un personaje realmente oscuro (no tengo otro calificativo), que prohibió los besos y tocamientos obscenos a los guanajuatenses (y los que pasen por su estado), ahora dice que siempre no... pero no porque haya caido en la cuenta de lo ridículo de su actuación o lo haya pensado (whatever it means), sino por el rigor de la realidad y porque sin duda eso reduce o limita al "turismo".
  Bueno, a algunas tribus del Amazonas las visitaban como curiosidad étnica, o a los bosquimanos se les iba a ver en su sorprendente mundo salvaje; a estos alcaldes panistas se les podría poner en un espectáculo para turistas como los administradores más simiescos y antimodernos, ¡elegidos por el pueblo!

Otros rollos
1. Barak Obama inicia hoy su gestión al frente de los USA. Es un privilegio asistir al hecho dque ese país tenga un presidente afroamericano. Nunca lo imaginé. Pero no creo que vaya a resolver nada después de la catástrofe de Bush. Lo veremos y que haya suerte.
2. En Guadalajara se están destruyendo los pavimentos de calles del centro histórico que, aparentemente, no tienen daños graves que no puedan corregir acciones de mantenimiento. Sin embargo, parece que Petersen presidente "panamericano", no va a dejar pasar la oportunidad de resarcir sus cuentas con tanta obra, sobre todo ahora que se hizo pública la corrupción que domina en GDL y en Zapopan, en donde los ciudadanos
 pagan cifras escandalosas cada año por hacer trámites corruptos. No se sabe a quien cuestionar, si a Petersen y Sánchez Aldana, o a los ciudadanos, igualmente corrompidos, que pagan mordidas por llevar a cabo trámites ilegales o comprar agilidad burocrática. No tenemos salvación.
3. ¿La educación en México, está regulada? O simplemente se trata de otro más de los muchos temas que, como la corrupción, no tienen ya salvación. 
No deja uno de pensar en las formas de resolver los problemas educativos de una nueva generación de niños y jóvenes, cuando no se tiene conocimiento de la realidad conductual, fisiológica y de la problemática de una generación nacida en un mundo tan distinto al del siglo XX. La educación pública está a punto de su extinción y la privada ofrece un producto que no puede ser reconvenido o cuestionado: lo tomas o te vas.
4.  Gracias a The Mex Files (cuyo link aparece en este blog), leemos que algunos mayistas texanos han desarrollado un pictograma o ideograma, basado en la traducción de letras occidentales en pictogramas mayas con el nombre del que por ahora parece un héroe redentor de los USA, Barak Obama. Aquí les muestro cómo se escribe el nombre del flamante presidente en maya.

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