Bólidos de fuego

No deja de ser triste que seres humanos mueran en accidentes, aéreos o del género que gusten; sin ninguna duda el tema de estos días es el avionazo en donde perdió la vida el secretario de gobernación Mouriño. No por tener serias diferencias con esas personas puede uno desear o esperar la muerte bajo circunstancias tan lamentables. 
Sin embargo, el hecho tiene un enorme poder para la especulación, para la discusión y es noticia en boca de todos porque opinan, disienten e incluso imagina la gente todo lo que puede estar ahí en realidad, pero que probablemente no se llegue a saber. No se habla de otra cosa. Si esa fue la verdad, el accidente, qué bueno que no sea un atentado; si fue ésto último qué peligrosa y preocupante es la situación del país. Pero como yo no soy ningún experto en el tema político, ni en el tema aeronáutico, sólo apunto lo que hasta ahora se advierte en el ámbito de la realidad de este país.
No pudo ser más mediático el suceso sobre todo porque muchos estábamos pendientes de las noticias el martes esperando información de lo que ocurría en Gringolandia con la elección relevante de Obama. De pronto las noticias empezaban a moverse en un sentido extraño: el avionazo superó en México la otra noticia. Sin duda estaban en las pantallas de todos los buscadores de noticias y de pronto apareció el tema de inmediato: al mismo tiempo que se acercaba el cierre de la votación en el norte, el accidente ocurría. Esto se puede prestar a especulaciones, pero eso es otro boleto.
La información recabada no deja mucho para creer en un atentado. Habrá que esperar para no especular. No obstante, resulta paradójico que el avión haya caido en las cercanías de la Fuente de Petróleos, un homenaje a la nacionalización del petróleo en los años 30 del siglo pasado, y que Mouriño haya sido un promotor, beneficiario y negociador de la reforma petrolera apenas aprobada... coincidencias de la vida. No se trata de una especulación, sino más bien una obra de la coincidencia, de esas coincidencias que ocurren con harta frecuencia en la vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Retrato de Finnegan

30 años de la Plaza tapatía

¿Virote o birote?