De redondos aniversarios

La literatura es un lujo al que se acostumbra uno fácilmente. Leer en un país en donde la lectura no se practica es aún más lujoso. Las liberías que hay en México son muy pocas. Hay, según información que obtuve en la red, un total de 3 mil, entre las que venden al mayoreo y las de menudeo. ¡Sorprendente! ¡Tres mil librerías para un país de 105 millones de habitantes! Dicho en otras palabras, ¡una librería por cada 35 mil mexicanos! Pero ojalá estuvieran distribuidas equitativamente en el territorio, pero no. El sitio de Conaculta, con grandes limitaciones estadísticas lo informa.  Más aún. Las librerías que están contabilizadas por INEGI son "en general", es decir, entran las librerías de todo tipo (menos las que venden revistas), y con ello imaginen que entran desde las grandes (Gandhi, entre otras) y las pequeñas (libería Cervantes de Guadalajara, je), pero también no sabemos si entran otras que no tienen al libro como giro central. El panorama no es nada bueno. Luego, si vemos municipios, por supuesto que hay algunos en donde ni siquiera hay una sola. En fin, mis amigos optimistas, preferirían que esto no lo dijera. Pero en esto estamos y la realidad no se esconde con una red de blogs.

El Bicentenario y Centenario que se ajustan en 2010 parece que no da pie con bola. Renunció Rafaél Tovar y de Teresa a la presidencia del comité organizador; no es el único, ya otros lo han hecho, como Cuauhtémoc Cárdenas y hasta el propio Sergio Vela. Es verdad que no tienen brújula las derechas nacionales y lo demuestran palmariamente con esto porque les cuesta trabajo celebrar momentos históricos como la Independencia (a Hidalgo lo excomulgaron, lo acusaron de perverso y la derecha del país lo odió), o la Revolución en donde personajes como Villa o Zapata, Madero y Obregón, no fueron para nada queridos de los que hoy están en el poder, los panistas, que luchaban porque no hubiera tanta libertad comunista, tanta chinacada, tanta plebe y demasiada naquiza. Guácala. Esas mismas derechas han querido vestirse de modernidad con traje de párroco (la Iglesia en el pasado era la clase cultivada, educada, hoy es el reverso: el oscurantismo, la pedofilia, conservadurismo, promoción del analfabetismo y la inmovilización), o hacen como muchos pseudo progresistas que hacen revistas "de onda", medio de páginas de sociales de la cultura, como si se tratara de hacer réplicas de los esperpentos cristeros... y eso es mucho otrogarles. 


Las ideas merman. No sólo a esos personajes, sino a mí también a esta hora de la noche. Por eso los dejo con un material que obtuve, a su vez, por medio de una liga con el del blog de Sensasional D, en donde aparece el trabajo del fotógrafo, francés, Geoffroy de Boismenu. Gracias por la libertad. Gracias por la frescura. 



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