No al placazo

Entrega dos.

Como si nada, las cosas parecen marchar en términos de la inconformidad social. Sin tantos aspavientos, parece que se mueve la sociedad local un tanto adormecida. Hoy vi muchas reacciones de los automovilistas en contra del cambio de placas que significa una especie de asalto en despoblado: letreros a mano, calcomanías, opiniones aisladas signos que demuestran que la inconformidad social es importante ahora. Sin aspavientos porque realmente parecía muy natural la inconformidad.
Mi percepción personal es que los creadores de tan genial idea del llamado placazo no han tenido en cuenta lo que la gente puede ser capaz de hacer cuando se organiza. Pero parece que aún no todos los jaliscienses han descubierto la fuerza que significa la oposición a medidas impopulares o arbitrarias. Es seguro que si la sociedad se inconforma, la medida se vendrá abajo. No es posible que se acepten estas formas tan primitivas de recolectar dinero, muy parecidas a las practicadas en el medioevo o en la Colonia: impuestos por lo que sea para financiar la voracidad del poder; impuestos por cada ventana (¿no se les habrá ocurrido eso? ¡ojalá que no!), impuestos por la sal, por cada hijo, por el aire que se respira, por cada litro de gasolina (más cara que en países importadores), por lo que sea. Siempre medidas arbitrarias para tomar dinero de la gente.
Parece que la voracidad de estos personajes no tiene límites. Lo que necesitan es nuestro dinero fresco y para eso estamos todos, para sacarnos más de lo que se puede sacar y aún más. ¿Permitiremos tal voracidad?
Hay muchas asignaturas pendientes de la autoridad para con nosotros.
El manejo de la economía; la respuesta a los procesos económicos; la entrega de los recursos y el trabajo de la gente por nada; la disfuncionalidad creada en la economía que permite que aquí sea más caro todo que en países del mundo desarrollado en donde, por supuesto los sueldos son mejores; la arbitrariedad en el uso del suelo urbano y rural; la imposición de pagos e impuestos como si fuera eficiente el sistema; el abandono a la protección social; la corrupción en todo su esplendor: Fox y consorte es sólo la punta del iceberg.
No terminaría nunca de decir todo. Lo que es seguro es que hay movilización y eso no deja de ser refrescante. De nuevo, ¡NO AL PLACAZO!

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