Como si nada

Al paso de las semanas


Pasando las tardes y los días como si fueran cigarros consumidos, entro a la semana santa y pascua como si nada. Están las noticias ominosas del mes petrolero y benemérito, con escándalos sin recato, aunque los escándalos son ya tan de por sí sin recato, pero ahora están dejando de ser escándalos públicos para convertirse en escándalos de cada uno de nosotros por las consecuencias que implican. Pareciera que las mentes fatigadas (como suelen serlo las del panismo y la derecha cato sin re-cato) y la certeza de la impunidad se reúnen a hacer cuentas alegres de que no pasa nada, nada.
Con tales signos, que no auguran un mejor sentido de la vida, parece que lo mejor es ponerse de acuedo para hacer cosas más interesantes que mordisquear algunos periódicos o revistas, que leer en forma analítica... se antoja analizar más bien lo que sigue siendo más leve y positivo en la vida que es la vida misma vista con otros ojos más perspicaces. Y no obstante, no deja de repicar la misma campana de la relación de la vida pública y privada con el cinismo de la primera.

El filme de Vittorio de Sicca, Ladrones de bicicletas (y no en singular como se le tituló en
español), no deja de ser una referencia personal de muchas cosas en múltiples sentidos. Desde la entrañable Roma con su Trastévere complejo y laberínticas callejuelas que ha poblado un mundo cosmopolita de restaurantes como Dameo Pattaca, o los talleres del gremio del cuero y la piel y desde luego el San Michele, el gran hospital y actual sede del ICCROM o del Ministerio de Bienes Culturales, pasando por la interesante casa medieval frente al no menos poblado de historias templo de Santa Cecilia, cuya memoria es un referente a todos los personajes que cruzan por ese lugar y que, en la escena de la película de De Sicca, cuando buscan al viejo cómplice del ladrón de la primera bicicleta, se desliza el viejo edificio casi frente al Dameo Pattaca de memorables recuerdos para mi. En múltiples formas y en variadas épocas, ahí está la misma ciudad de hace 800, 300, 60 años o de hace 20 o de hace treinta o menos... la memoria persistente en donde lo importante es el ser humano, no la máquina ni la desfachatez de pretensiosas planeaciones urbanas chafas que ya nos hubieran robado estas memorias tan nuestras, tan mías. Roma ha cambiado, pero no su escencia, no su paisaje urbano. Eso no lo entienden las mentes débiles, claro está.

Y llegado a un punto de asombro por el cine y en memoria de las películas de una época, leo que Alejandro Jodorowsky regresa a México pronto, y por eso la referencia a un filme clásico que es El Topo, de grandes referencias a la vida cultural de una época, cuando el cine nacional en general era pésimo, pero lo que hizo Jodorowsky resultaba refrescante en realidad. De seguro mi amigo Alfonso Toscani, amigo de la trivia y de los seudónimos, sabrá datos aún más reveladores de la filmografía de Alejandro, o del mismo De Sicca, que nos gustaría compartir con todos.

Si, ya sé que estoy omitiendo el festival de cine en Guadalajara... pero, ¿no es más de la misma construcción de temas artificiales que suelen construirse con el dinero público de la misma manera que los negocios del gallego? Valdría la pena revisar si se tienen elementos de valor como para lograr ponerlo a la altura de lo mejor.

Una muestra un poco rara
En la Plaza de la Liberación (¿aún se llama así?), se presenta una exposición de artesanías
jaliscienses. En muchos de los municipios representados hay abundantes falsificaciones y representaciones cursis de la vida artesanal. No confundir la artesanía con la ocupación terapeútica de señoras amas de casa. A pesar de ello hay muestras auténticas de lo que aún sobrevive lejos de la perversión y de lo que tiene auténtica vida artesanal, como la artesanía wirrárika o la del piteado, del barro y de cuchillería de Sayula, pero el resto, que me perdonen, pero es realmente chafa, ¡muuy chafa! Como por ejemplo, presentar como artesanía las ridiculeces que aparecen en la foto, no es sino un signo inequívoco de que algo anda mal en la selección de los productos. En general, lo presentado es regular, pero con esta foto de muestra, la verdad es otra.

A ver si las vacaciones permiten regresar a la constante publicación blogera en especial para los que me han echo llegar sus comentarios al respecto.
Nos quedaron cosas que comentar, pero esas son para la próxima.

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