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Lugares y bebidas

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L as ciudades tienen el poder, o no lo tienen de plano, para evocar en sus habitantes el pasado y el presente, el vivir cotidiano, la vida nocturna, la cultura musical, gastronómica... los recuerdos de cada uno, los del grupo social, los del mundo en general. A Guadalajara parece que eso no le importa mucho. O para decirlo más directamente, no a todos, más bien a muy pocos de sus habitantes. ¿Qué tienen los tapatíos en la mente lúdica, en la mente de la dispersión o, ya entrados en gastos, en la mente de la cultura de la diversión? De cierto no lo sé, decía Tony Fregoso. Yo tampoco, pero lo deduzco. Hay dos sitios para mi entrañables, o quizás más pero ahora sólo me ocupo de dos, que son la cantina La Fuente y el bar que ha recorrido más sitios y nombres de Guadalajara: el Scratch o el Jazz'ta , de Víctor Pacheco que ha estado en el Sector Reforma, en la para mí entrañable por haber participado en su diseño, calle Coronilla; luego en la de Donato Guerra, y ahora en la calle 8 d...

El síndrome de Fox, al revés

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S e leen las noticias como algo ya tan especializado en ruptura de neuronas que a veces es preferible mejor rajarse. Dejar de leer las noticias puede ser por momentos reparador, pero luego, el regreso a la realidad se hace más complicado: el panorama se vuelve más negro que gris, tal vez por la pérdida de práctica. La adrenalina que la lectura matutina del periódico produce, la serotonina que también se secreta; la sonrisa que sale en un repentino requiebro, en una caricatura de Magú o de Hernández... Me pasó. Simplemente las vacaciones demasiado largas que tengo, no sólo me han permitido leer, sino también hacer bricolaje, actualizar cosas (tirarlas a la basura, pocas), reparar, componer, terminar pendientes eternos (no todos, claro) y, no leer ritualmente el periódico favorito (que a estas alturas ya se sabe cuál es), para estar a tono de las babosadas que a diario hace el presidente del empleo, los generales, los secretarios y la pléyade de servidores públicos de alto rango que, s...

Cómo afear una ciudad

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E xistía en la calle Victoriano Salado Álvarez número 11 de Guadalajara, en una colonia nacida en el promisorio desarrollo urbano de un país en desarrollo de los años 40 del siglo pasado, un interesante mosaico de corte geométrico abstracto. El mosaico servía, se puede decir, de fachada de una de las dos casas que formaban una unidad interesante de la arquitectura racionalista de entonces en donde se hacía patente la aspiración de la llamada integración plástica entre arquitectura, pintura, escultura y artes decorativas. No sé si la otra casa tuvo en algún momento un mosaico semejante. El mosaico que aparece en las fotos, era sin duda un bondadoso regalo a la ciudad porque era público en la medida que servía de referencia, de hito particular para una colonia. Sobra decir que el diseño y la obra misma, realizada con miles de pequeñas téseras de cerámica, representaba una época plástica perfectamente definida y que corresponde a los años cuarenta y cincuenta del siglo XX. No puede ev...

Talibanes de Chichén Itzá

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L a forma en que se maneja el patrimonio cultural de una nación dice mucho de la organización y de las actitudes de sus habitantes hacia la cultura, la educación y sobre todo, describe cómo los beneficios del patrimonio son distribuidos en todas sus dimensiones en la sociedad y, por supuesto, en la sociedad mundial que hoy es parte inseparable de cada país. Todos somos uno. Sin embargo, resulta muy claro que algunos países, debido a las condiciones de educación o por efectos de la colonización, el despojo, o por la ausencia de democracia y formas de organización sociales, las dictaduras o el poder de las oligarquías, como en México, el patrimonio cultural es manejado a discreción de esas élites o de empresas cuya responsabilidad única parece ser la ganancia y el negocio personales; eso significa también, convertir en mercancía el patrimonio y con ello desojar a la sociedad de los beneficios que aquel suele dar. El caso del concierto de Elton John en Chichén Itzá, Yucatán, es uno más de...

Los tiempos que corren

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Dadas las circunstancias por las que atraviesa el mundo, y en particular México, se tiene la impresión de que todo marcha al revés. Al menos ése es el sentimiento y la percepción, únicos vínculos con la realidad que poseo en lo inmediato, en la vida cotidiana que se ve pasar y se testimonia. 1 Muchos amigos se han ido en el último año; desde el buen David el Negro Guerrero, Arturo Suárez, Javier Galván Villegas, hasta uno que no fue mi amigo pero que estimo: Carlos Montemayor. Todos tenían en común la idea de un mundo diferente al que nos toca vivir, por lo menos más equitativo, igualitario, parejo, justo. Ninguno vio esos anhelos cumplirse en la realidad, a pesar de sus esfuerzos en cada una de sus áreas. Creo que mi generación se irá sin cumplir ninguno de esos sueños y lo lamento por nuestros hijos, por los nietos y quizás por los bisnietos: el país es rehén de unos pillos de cuello blanco que han puesto al Estado de rodillas ante la complaciente mirada de todos nosotros, por lo re...

Luis Javier Galván 1

1. H oy me entero de que anoche murió un gran amigo, compañero y casi colega, el arqueólogo Javier Galván Villegas . No puedo sino dedicarle, en estas primeras horas de su ausencia, algunas líneas de memoria agradecida y de referencias obligadas a mi carrera y a mi profesión. No puedo sino lamentar que por desgracia, la instalación de facilidades médicas en los hospitales oficiales se centran en la capital del país, en ese centralismo que Javier siempre cuestionaba: su corazón (sencillo y generoso siempre), necesitaba ser trasplantado porque estaba agotado y perseguido por una enfermedad seria que lo rindió a pesar de su fuerza y ganas de vivir. Pero ese trasplante no pudo ser porque en Guadalajara no hay, en el ISSSTE, el módulo de trasplantes de corazón que muchos necesitan. De nuevo la vorágine de desigualdad de un país demasiado cruel para sus hijos. Conocí a Javier cuando ingresé al Centro Regional de Occidente del INAH en 1976, entonces así llamado lo que hoy es el Centro INAH Ja...

Ilustrando el orgullo de ser mexicano

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Unas imágenes que demuestran, levemente, por qué puede uno discutir eso de estar orgulloso de ser mexicano...